Navegación y slow life: cómo salir a navegar favorece a nuestro bienestar

“Qué rápido se me ha pasado la semana”. O el mes, o el año, o el día. Con sinceridad, ¿cuántas veces te has oído decir esa frase? Seguro que más de una, porque parece un lema de vida.

Pero aunque no lo creas, hay personas que ya no lo dicen porque se han sumado al movimiento slow life. Un movimiento que, cuanto más leemos sobre él, más nos hace pensar en la navegación.

Es probable que el slow life no te suene desconocido y alguna vez hayas leído algo sobre este modo de vida que apuesta por ir más lento, disfrutar más de los momentos, por muy efímeros que sean, y parar un poco nuestros ritmos. Porque la realidad es que muchas veces vamos corriendo a los sitios sin prestar atención a lo que comemos ni a las conversaciones que mantenemos.

No vamos a engañarnos, las personas que formamos Sailway a veces también vivimos así, pero si hay un momento en el que paramos, es cuando subimos a bordo. No es que paremos de manera literal, ¡porque un barco no se tripula solo! Pero sí sentimos que cuando iniciamos la travesía somos más conscientes de todo; nuestro modo de navegar nos hace conectar de manera más íntima con los lugares y las personas que nos rodean; justo como pregona el slow life. ¿Quieres comprobarlo? Te explicamos cómo la navegación y el slow life van de la mano.

Los orígenes del slow life

Aunque posiblemente ya vayas entendiendo qué es el slow life, queremos contarte dónde y cuándo se originó, porque la historia es cuanto menos curiosa. Su protagonista es Carlo Petroni, un italiano que no podía creerse lo que vio en una de sus
visitas a la Plaza de España en Roma: un McDonalds.

Una realidad que ahora es más que común en todas las ciudades del mundo, pero que a un italiano amante de su gastronomía como Petroni le animó a iniciar un movimiento para recuperar la comida de siempre, la tradicional, la que se cocina y disfruta con cariño y con tiempo.

Así surgió el slow food, el primer movimiento slow que, poco a poco, ha ido dando lugar a los otros: slow travel, slow city, slow fashion… Todos con un objetivo común: una nueva filosofía de vida más respetuosa en todos los aspectos y que nos permita saborear cada instante sin tener esa sensación de que “todo pasa muy rápido”.

Slow living a bordo

Imagina cambiar el ruido de las ciudades, la contaminación de los coches y las alarmas y recordatorios del móvil por el murmullo de las olas, el aire limpio en alta mar y los tiempos marcados por la naturaleza.

Esto es lo que nos aporta la navegación y lo que nos recuerda tanto al slow life. La paz de fondear alguna de las espectaculares playas de las Rías Baixas y la desconexión de los ritmos frenéticos de nuestro día a día hacen que navegar nos permita vivir más lento. ¡Ojo! Vivir más lento no quiere decir ser más vago, porque si has navegado sabes que se requiere energía.

Sin embargo, en Sailway creemos que el equilibrio mente cuerpo del que habla el slow life lo encontramos a bordo de una de nuestras embarcaciones.

Cuando nos lanzamos al mar ponemos todos nuestros sentidos en la navegación y en todo lo que esta conlleva, desde las maniobras hasta las conversaciones entre tripulantes.

Otro de los grandes preceptos del slow living es “trabajar para vivir” y no al revés. ¿Alguna vez has pensado en todo el trabajo de equipo que conlleva la navegación? Mucho, pero todo se lleva a cabo para “vivir”, para descubrir nuevos lugares, para superar retos y para saborear cada milla recorrida.

¿Suena bien verdad?

La sostenibilidad de navegar lentamente

Como no podía ser de otra manera, el slow life conlleva también vivir con respeto no solo solo hacia nuestros tiempos, sino también hacia el entorno natural que nos rodea.

En alguna ocasión ya os hemos hablado de cómo navegar a vela es uno de los modos más sostenibles de viajar. Al usarla fuerza de los vientos como motor, los veleros se han convertido en un referente del slow life, que pone el foco en el uso de energías renovables.

Por eso en Sailway siempre os animamos a probar la experiencia de navegar a vela. Así no solo encontrarás una nueva pasión (porque sabemos que te encantará), sino que probarás el slow life y disfrutarás de una travesía sostenible y llena de aventuras.

Slow travel: una apuesta por un turismo diferente

¿Alguna vez has hecho un viaje, has visto mil monumentos, corriendo de uno a otro, y al volver a casa no has sido capaz de recordar la historia de ninguno? Tristemente, el modo que tenemos de “turistear” en los últimos años es así.

Sin embargo, los viajeros slow travel han cambiado el modo en el que conocen lugares, haciéndolo de forma más tranquila y con conciencia.

¿Quieres probar ya este turismo más calmado? Nuestras excursiones cada sábado a las Islas Cíes, que forman parte del Parque Natural Marítimo-Terrestre de las Islas Atlánticas, tienen que ser tu primer destino.

Las Cíes son uno de nuestros lugares predilectos para navegar y por ello visitamos este entorno natural con cuidado y respeto hacia toda la vida que esconde.

¿Acaso hay mejor modo de descubrir espacios llenos de verde, de leyendas y de tradiciones? Te podemos asegurar que no.

Por eso también en Sailway, si alquilas una de nuestras embarcaciones, necesites o no un patrón, crearemos un itinerario a tu medida que te permita conocer de verdad las aguas que navegues, especialmente las Rías Baixas, cuya naturaleza merece ser visitada con respeto, responsabilidad y una sana curiosidad.

Juntos pondremos rumbo hacia un turismo que escuche las voces de las personas que habitan esos lugares, conectando también con su historia y respirando las travesías, no realizándolas simplemente.

Slow sailing: la apuesta de Sailway

En Sailway lo tenemos muy claro: del slow life surge el slow sail: porque lo importante no es el tamaño del barco, el tiempo que se tarda en llegar al destino o lo que dura la excursión, sino la conexión que sentimos al navegar.

Queremos que subas a bordo y vivas una experiencia slow con nosotros, saboreando los beneficios de una navegación sin prisas, en la que el entorno cobra protagonismo porque te permites observarlo.

Deja las prisas atrás, en el muelle, y regálate unas horas o unos días para viajar sin meter el turbo ni las marchas del coche, solo maniobrando con las velas y viviendo aventuras que, lejos de ser frenéticas, te permiten saborearlas con todos los sentidos.

¿Eres amante del slow life? Recuerda que puedes empezar a serlo a bordo de uno de nuestros barcos o poniendo rumbo hacia uno de los destinos de nuestras excursiones. ¡Estamos esperándote! Eso sí, ven sin prisas.

Descubre todas las experiencias y embarcaciones de alquiler en nuestra web o llamando al número de teléfono 986 442 351.

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