Alquilas un barco. ¿Y ahora qué? Tres rutas desde Vigo para pasar el día en el mar

Tienes el barco. Tienes un día por delante. Ahora solo falta decidir a dónde ir.

Navegar por la ría de Vigo no requiere mucha planificación, pero si sabes a dónde apuntar, puedes convertir una simple salida en una experiencia que se queda contigo. No hace falta ir muy lejos para descubrir sitios especiales: historia, naturaleza, marisco fresco y playas donde parar el motor y dejar pasar el tiempo.

Aquí van tres rutas que puedes hacer por tu cuenta o con patrón. Planes sencillos, pero con todo lo que se busca cuando uno se sube a un barco.

1. Bajo el Puente de Rande, rumbo a San Simón y San Adrián de Cobres

Es una de esas rutas que sorprenden por lo cerca y lo distintas que son. Sales de Vigo y pones rumbo al fondo de la ría, dejando las Cíes a la espalda. A los pocos minutos, aparece el Puente de Rande. Pasar por debajo ya impone. Pero lo que viene después cambia de ritmo: entras en una zona mucho más tranquila, con menos tráfico, menos ruido y más calma.

La Isla de San Simón aparece en el centro de esa parte interior de la ría. Un lugar pequeño, lleno de árboles, edificios antiguos y una historia densa. Fue monasterio, lazareto, prisión. Hoy está vacía, abierta solo para visitas puntuales, pero basta con verla desde el barco para notar que el sitio tiene peso.

Un poco más adelante está la Ensenada de San Adrián de Cobres. Aquí puedes fondear sin problema, nadar, sacar el paddle o parar a comer en el restaurante que hay sobre el pantalán. El sitio es recogido y el agua suele estar en calma. Si te apetece alargar la jornada, puedes acercarte hasta Redondela y volver costeando.

Es una ruta perfecta si no quieres estar todo el día navegando. Tranquila, con fondo histórico y muy cómoda para ir y volver sin prisas.

2. Isla de Ons y Ría de Aldán: dos paradas y un montón de posibilidades

Esta ruta tiene un poco de todo. Empiezas navegando desde Vigo hacia el sur, bordeando la costa del Morrazo. A medida que avanzas, el tráfico se va reduciendo y empiezas a ver el lado más abierto de la ría. Con suerte, aparecen delfines. Es frecuente encontrarlos por esta zona, sobre todo a primera hora.

La primera parada es la Isla de Ons. Forma parte del Parque Nacional das Illas Atlánticas, y eso ya te da una pista de lo que vas a encontrar: paisaje protegido, naturaleza en estado puro, playas largas y limpias, agua clara. Puedes fondear y bajar al muelle, caminar hasta el faro o sentarte a comer en la taberna local, donde sirven un pulpo buenísimo.

Cuando te apetezca moverte, cruzas a la Ría de Aldán. Es una de las zonas más protegidas del sur de Galicia, ideal para navegar tranquilo, sin oleaje. La ría es pequeña y tiene calas que parecen escondidas a propósito. Areabrava, San Cibrán o Menduiña son buenos sitios para fondear, darse un baño largo o simplemente abrir un picnic a bordo y mirar al mar.

Es un plan largo, pero sin agobios. Mucho mar, buenas vistas y ese silencio que solo encuentras fondeando en un sitio sin cobertura.

3. Cangas, Nerga y Cabo Home: mar abierto y playas de postal

La tercera opción te lleva hacia el oeste, por la parte exterior del Morrazo. Sales de Vigo, cruzas la ría y puedes hacer una primera parada en el puerto de Cangas. Tomar algo en el paseo, comprar pan en una panadería o simplemente estirar las piernas antes de seguir.

Después, rumbo a Limens, Nerga y Barra. Tres playas abiertas al mar, con agua clara y fondo de arena. Aquí no hay edificios cerca. Solo monte, dunas y pinos que llegan casi hasta la orilla. Es una zona ideal para fondear si el día está tranquilo. Puedes nadar, hacer snorkel, sacar el paddle o quedarte a bordo leyendo o comiendo. Si el viento está de cara, también es una buena zona para izar velas y jugar un poco con ellas.

Desde allí se ve Cabo Home, con su faro sobre el acantilado. Si el mar lo permite, puedes acercarte. Subir hasta el faro es una buena manera de cerrar el día. Desde arriba se ven las Islas Cíes justo enfrente y el Atlántico más allá. Es uno de esos sitios donde todo se detiene.

La vuelta a Vigo puedes hacerla costeando, navegando despacio y viendo cómo cae la luz sobre la ría. No hace falta mucho más.

¿Quieres llevar el barco tú? Te enseñamos cómo. ¿Prefieres venir como pasajero? No hay problema. Tú eliges el plan. Nosotros ponemos el barco. Reserva en sailway.es o llama al 986 442 351.